martes, 26 de mayo de 2015

Saber generar confianza



"No hay ningún futuro en una relación que no tenga un mínimo de confianza"
Joseph O'Connor

La confianza es, sin duda, el alimento que más nutre la raíz de cualquier relación, bien sea comercial, profesional o personal. Cuando ese alimento falta o se no da con tanta frecuencia, la relación empieza a flojear y puede simplemente dejar de existir. Cuando la confianza falla, algo se rompe.Y después recuperarla resulta muy, pero que muy difícil.
Para mí es la base de todas las relaciones, por eso hay que poner especial interés en cultivarla, generarla y mantenerla.

Yo entiendo la confianza desde tres perspectivas diferentes :
1) Con uno mismo: autoconfianza.
2) De "dentro" a "fuera". La confianza que generamos en los demás.
3) De "fuera" a "dentro". La confianza que los demás generan en nosotros.

Veamos.

1) La confianza con uno mismo tiene que ver en cómo nos comunicamos y relacionamos con nosotros mismos. Tiene que ver con la capacidad de sentirnos valiosos, valorados, queridos y capaces de conseguir lo que nos propongamos y está intimamente relacionada con nuestra propia autoestima, nuestra propia autoimagen y con nuestra fuerza de voluntad. La fuerza de voluntad emerge, cuando confiamos en nosotros mismo. Cuando perdemos la confianza en nosotros mismos nos "desconectamos", como decimos en PNL, de nuestro centro, de nuestra fuente de recursos y poder personal y empezamos a sentimos perdidos, desmotivados, miedosos, incapaces y pequeños. Y ese sentir nos construye muros en lugar de puentes. Por eso es tan importante creer en uno mismo, porque tal cual creamos, crearemos y nos iremos fortaleciendo o debilitando por dentro, ya no solamente desde lo mental, sino también desde las emociones. Para ello, no dejaré de insistir, una labor de desarrollo personal y de autoconocimiento nos facilita creer más y mejor en nuestras capacidades y recursos, en nuestro bagaje personal y profesional, en cómo nos tomamos la vida y en nuestra manera de ser y estar en el mundo.


"La satisfacción de la necesidad de autoestima conduce a sentimientos de autoconfianza, valía, fuerza, capacidad y suficiencia, de ser útil y necesario en el mundo"
Abraham Maslow


Una alta autoestima es la máxima expresión de la autoconfianza; es tener una fuerte convicción en nuestras capacidades y nuestro potencial con un sentimiento profundo de ser merecedores de alcanzar nuestros sueños. Un estado de apertura y confianza nos permite poner atención tranquila en las oportunidades y en las personas.

Si empezamos a confiar en nosotros mismos, por simple y natural sinergia lo proyectaremos hacia fuera y nos será mucho más sencillo ganarnos la confianza de los demás.

2) De "dentro" a "fuera". La confianza que generamos en los demás supone saber generar lazos de fiabilidad y seguridad con los otros, y tiene que ver en cómo nos comunicamos y relacionamos con nuestro entorno y con otras personas.  Resulta muy difícil hacernos dignos de confianza si no creemos en nosotros mismos primero y de una manera total.  Pero la confianza no es algo que se gana ni fácil ni rápidamente; supone dedicación, una actitud de entrega, apertura, servicio y, también, de vigilancia...

La confianza es la seguridad o esperanza firme que alguien tiene de otro individuo o de algo. También se trata de la presunción de uno mismo y del ánimo o vigor para obrar.

La confianza tiene que ver con la sinceridad, la honestidad, la fiabilidad, la competencia y la congruencia personal. Será fácil que los demás confíen en ti si dices lo que piensas hacer, compartes tus ideas y proyectos, y además, los llevas a cabo bien y en la fecha acordada. Generar confianza  implica compromiso, compromiso por cumplir con aquello que decimos que vamos a hacer y poner especial cuidado en evitar crear falsas expectativas. Para mí, sembrar la confianza es la base del marketing personal. Puede que no sea rápido, y requiera de cierta energía y dedicación pero a la larga asegura relaciones fuertes y duraderas, hace crecer la autoconfianza y genera más credibilidad en los demás sin olvidar el efecto personal del boca a boca que seguirá fortaleciéndose dándote más seguridad  en ti mismo para seguir cosechando logros.

Ponte a generar confianza “… nunca sabes si esa persona puede ser aquella con la que necesitarás hablar para cumplir tu sueño dentro de medio año” (Matti Hemmi "Atrévete a soñar")


"La congruencia es la señal de la inteligencia emocional, es señal también de confianza. Una persona congruente es alguien con quien se puede confiar. Cuando somos congruentes podemos comprometernos, podemos aportar lo mejor de nosotros a la situación.  
Joseph O'Connor


3) De "fuera" a "dentro". La confianza que los demás generan en nosotros.  ¡Ojo con este apartado!  Darnos nuestro tiempo antes de confiar a "ciegas" o precipitadamente con  alguien puede ser tremendamente valioso para proteger nuestro centro y evitar posibles desengaños y frustraciones. En el libro PNL y relaciones humanas, Joseph O'Connor y Robin Prior nos recomiendan tener en cuenta cinco reglas básicas sobre esta perspectiva de la confianza:
  1. La confianza tiene que tener límites. Si no ponemos límites la confianza no es tal, sino una apertura indiscriminada. La confianza requiere "ganársela" y garantizarla (...) para que tenga algún valor.
  2. Hay que separar la confianza del rapport y el afecto .  No confundamos la confianza con el deseo de confiar. (…) no confíe en alguien sólo porque le gustaría poder hacerlo. Confía en alguien porque de alguna manera ha "hecho" cosas que te indiquen que es digno de tu confianza.
  3. La confianza crece con el tiempo y no con lo que la gente dice, sino con lo que hace.            .
  4. La confianza no puede florecer cuando tenemos miedo. Un estado de miedo es un estado "cerrado" y con un estado interno cerrado la autoconfianza se pierde, es muy difícil generar confianza en los demás, y también confiar en otros. Donde hay temor no puede nacer la confianza.
  5. Considera tu confianza como algo precioso, algo que no hay que entregar a la ligera.

Así, pues, la clave de todo confianza empieza por uno mismo. La única manera de generar confianza, es siendo congruente contigo mismo, con tus creencias y valores, tus comportamientos, y tu sentido de la identidad. Es vigilar que aquello que haces nutra y alimente aquello en lo que piensas y crees, que refuerce la idea que tienes de ti mismo, y que potencie tu manera de ser y estar en el mundo… entonces tus palabras silenciarán y tus actos hablarán. Y es en los actos donde se gana la confianza de las personas.


Deja de empeñarte en llevarte bien con los demás y empieza a llevarte bien contigo mismo, solo cuando seas capaz de establecer una preciosa relación contigo estarás preparado para tener preciosas relaciones con otros.
Mamen Garrido 


Gracias por leerme.






 


viernes, 8 de mayo de 2015

¿Cómo te haces accesible, visible y reconocible?



Llegar a nuestro público objetivo es la clave para presentar y vender lo que hacemos.

Vamos a por la tercera P, de Placement en inglés, también denominado por algunos expertos "Punto de venta",  Distribución o "Plaza".
Se trata de descubrir por dónde se mueven las personas interesadas en consumir tu producto, dónde están y de qué manera puedes facilitarles el acceso a lo que haces.
No es la venta en sí misma (todavía no hemos llegado ahí), es más bien saber detectar o crear las vías de acceso para que la venta sea posible: zonas geográficas o urbanísticas, círculos sociales, ferias, asociaciones, instituciones (universidades, ayuntamientos...); grandes almacenes, hipermercados, pequeños comercios; también webs, redes sociales, plataformas de información online, etc.

Un ejemplo: en su momento, sólo se vendían preservativos en farmacias; poco a poco, se expandió la distribución a supermercados, hipermercados, y otros comercios, hasta que alguien ideó otra manera de acceder al público objetivo más joven y evitar "los apuros" que les podría suponer comprar el producto en estos establecimientos, entonces crearon las máquinas expendedoras que permitieron distribuirlos en discotecas. Este ejemplo es sólo un apunte para que te des cuenta hasta qué punto crear tus propias estrategias puede resultar innovador para acceder allí donde antes a nadie se le había ocurrido.

¿Te habías planteado alguna vez cuál podría ser el canal de distribución para presentar a los demás lo que haces?

Posiblemente algunas de estas preguntas te puedan resultar útiles para crear tus propias vías, acercarte a tu público y facilitar las ventas:
1.- ¿Por dónde se mueve los consumidores potenciales de tu producto?
2.- ¿Qué zonas de la ciudad visitan?
3.- ¿Qué tipo de círculos sociales, asociaciones o instituciones frecuentan?
4.- ¿Qué necesitan saber tus clientes potenciales para poderte comprar?
5.- ¿Qué vas a hacer para que tu producto llegue a ellos?
Y esto llevado al marketing personal...
6.- ¿Cómo te lo vas a montar para hacerte accesible, visible y reconocible?
7.- ¿En qué círculos te tienes que mover para "llegar" a tu público objetivo, para conocer a clientes potenciales y hacerte conocer tú, indagar sobre sus necesidades y deseos y encontrar un nicho de mercado?

Los canales "virtuales" están muy bien, pueden resultar una poderosa ventaja a la hora de facilitar el contacto y la comunicación con posibles clientes o consumidores; sin embargo, soy de las que piensa que como el contacto personal face to face no hay nada para efectuar una relación duradera entre cliente y proveedor, entre  colaboradores, entre equipos y entre personas, al fin y al cabo.

"Hay esencialmente dos cosas que te harán sabio:
los libros que lees y la gente que conoces "
Jack Canfield 

Atrévete a despertar interés, a moverte, a ser visto, a presentarte, a hablar en público y a estar disponible. A menudo es lo que más nos cuesta: hacernos accesibles, porque significa exponernos a los demás y arriesgarnos a ser criticados y cuestionados. Y eso a nuestro ego le incomoda.

Cuando hablo de "Distribución" en marketing personal, hablo de salir de nuestra madriguera y ver más allá a donde podamos acceder; darnos a conocer en aquellos círculos y entornos donde nuestro producto puede interesar en un alto grado, donde nuestro servicio tenga sentido, acudir ahí, contactar con personas y despertar el interés... ¿Cómo? a través de la comunicación interpersonal, de lo que hablaré en el siguiente post.


"En esta vida todo son relaciones,
y la calidad de tus relaciones determinará la calidad de tu éxito. "
Francisco Alcaide Hernández 
(autor de "Aprendiendo de los mejores")

Ejemplos:
  • Una reunión de amigos puede ser un canal, porque ellos te pueden recomendar o pueden hablar de tu producto y de lo que haces a otras personas,
  • La familia, bienavenida (todo hay que decirlo), también puede ser un "Punto de Distribución".
  • Los vecinos y los comercios del barrio y el entorno urbano donde vivas.
  • Los colegas profesionales, colaboradores, proveedores...
  • Los gremios y asociaciones, agrupaciones profesionales y colegios oficiales.
  • etc.
Ya no es lo que tú digas o hagas...es lo que los demás puedan hablar de ti y de lo que haces. Así que cuando mejor tengas presente que influyes en los otros antes te pondrás a trabajar sobre cómo quieres influir de manera que ello repercuta positivamente en tu marca personal, tu reputación y a largo plazo en tus ingresos. Te invito a que te pongas a diseñar tu plan de distribución, piensa en lugares, entornos, donde haya o pudieran haber personas interesadas en lo que haces, o donde haya alguien que te pueda facilitar el acceso a ello. Ponte en marcha para crear tu propia red de contactos. Los resultados no suelen ser inmediatos, así que cuando antes empieces mejor.
Yo llevo ocho años trabajando en la mía.

La "distribución" en marketing personal es más laboriosa y exige de una sutileza y sensibilidad especiales, y que también se pueden aprender: hay que saber tratar a las personas, practicar continuamente la empatía, el rapport, y, como decimos en PNL, sabernos comunicar desde los tres canales perceptivos, hay que "trabajarse" a los demás,  hacerles sentir bien e importantes, de una manera honesta, ya no con la intención de "venderles" nada o manipularles para tus propios beneficios, sino con el propósito de hacer contactos y mantenerlos, hacernos presente en sus vidas, ponernos a su disposición... ya no solamente para cuando las podamos necesitar... sino para cuando ellas nos puedan necesitar a nosotros.
Por eso, tantos autores, expertos en management, en redes sociales, mujeres y hombres de éxito, coinciden que la mejor carta de recomendación es una amplia, productiva y eficaz red de contactos: afines y complementarios a lo que tú haces, proveedores y clientes, ex clientes y posibles clientes; amigos y particulares, personas que te puedan facilitar ayuda, información, accesos a posibles soluciones, otros contactos, tanto en momentos delicados o críticos, como en épocas de bonanza. Sea como fuere, mantén el contacto.

"Vive de tal manera que si alguien hablara mal de ti nadie le creería"
Wayne W. Dyer


Seguimos trabajando en red: cuando las personas somos canales de distribución de otras personas y así todos nos beneficiamos.

Gracias por leerme.








miércoles, 8 de abril de 2015

¿Cuál es tu Precio?


Cuando empecé mi vida laboral como diseñadora gráfica freelance iba loca con aquello de poner un precio a mi trabajo. Para hacer un presupuesto me podía pasar perfectamente media mañana ¡o una entera!. Me suponía un auténtico quebradero de cabeza. ¿Cuánto vale un intangible? ¿Cuanto vale mi producto? No me servían los precios orientativos de mis "competidores" porque eran expertos que llevaban décadas en el mercado y posiblemente una plantilla de empleados a su cargo. Podía acogerme al factor "tiempo" y cobrar "por horas", pero en aquel entonces  me costaba mucho trabajo finalizar un proyecto gráfico, por falta de experiencia, agilidad mental, habilidades técnicas, etc. y poner precio a mi tiempo era prácticamente imposible por que mi inexperiencia la pagaba con él. Esa variable, no era útil para fijar mis precios. Con el paso de los años y a "precio" de errar y equivocarme muchas veces, me resultaba más sencillo y más ameno finalizar un proyecto y dejar un cliente satisfecho, me volví más eficiente, más eficaz y más creativa ¿a qué me cogía entonces para poner un valor económico a mi trabajo? ¿El tiempo? Otra vez, no. Porque mi experiencia ya me permitía ser más resolutiva y creativa con menos tiempo. No me resultaba rentable. Reorienté mis precios por público objetivo (freelances, pymes y grandes empresas) y por magnitud del proyecto, por "pronto pago" o a 30-60-90 días y así empecé a llevarme bien con "mis precios". Ya no era el tiempo lo que mis clientes me compraban, querían el estilo, la sencillez y la estética de mis trabajos, y eso, tenía otro "precio".

*   *   *

Parece ser que en nuestra cultura hablar de dinero no resulta cómodo, por lo que sea, porque nos parece frío, materialista, porque en la memoria colectiva está asociado (y más en España) a la corrupción, malversación, avaricia, codicia, poder y éxito, por lo que a menudo, eso de "éxito" también nos chirría, porque lo asociamos a todo lo anterior. Creencias. Creencias que nos limitan y nos cierran a oportunidades de empoderarnos y poner el precio a lo que hacemos, a nuestros esfuerzos, a nuestra dedicación, a nuestro talento, a nuestro tiempo. Miedos, también. Miedos a qué pensarán de nosotros, si "somos" demasiados "caros"... si demasiado "baratos", entonces no "somos" de calidad, etc. Sí. A menudo, para el público en general, somos lo que hacemos y valemos el precio que vale nuestro producto. Y no, valor y precio no son lo mismo.


"Un bien o servicio se adquiere en la mayoría de los casos porque es útil. La utilidad confiere a las cosas un valor otorgado por los productores y el propio consumidor, que está dispuesto a entregar una cantidad de dinero para adquirirlo."


Centrémonos pues en el PRECIO y seguimos adentrándonos en las 4P's del llamado marketing mix tradicional.

Cuando hablo de PRECIO en marketing personal me refiero al valor económico que atribuimos a lo que hacemos y ofrecemos al mundo: nuestro PRODUCTO (sea experiencia laboral, conocimientos y formación, habilidades, y talentos, ... o comida para llevar, zapatos de diseño o muebles de segunda mano).  Y poner precio a lo que hacemos no es nada sencillo, conlleva tener en cuenta muchas variables:
1.- El precio de coste, lo que nos ha costado a nosotros (en materia prima, producción, materiales, etc, si de un producto tangible se tratara). Nuestra experiencia, bagaje, formación, conocimientos, etc, también son variables a tener en cuenta para aportar valor y aumentar el precio en nuestros servicios y productos no tangibles.
2.- El margen de beneficio que consideramos óptimo para nosotros,
3.- El precio de los competidores (¿a cuanto se está pagando ya lo que nosotros ofrecemos?),
4.- Nuestro público objetivo y la percepción que este público tenga de nuestro producto/ servicio.
Si es un producto de primera necesidad, o de gama baja el público objetivo será muy diferente al que consuma productos de lujo o de gama alta.
Muy a tener en cuenta porque cada vez el consumidor está mejor informado, tiene acceso fácil a otros precios y otras ofertas, es más exigente y tiene más poder de decisión.
(más info: http://www.buenosnegocios.com, por ejemplo)
5.-  La ley de la oferta y la demanda, relación de parámetros que da como resultado el precio oportuno y que provoca que algunos productos varíen de precio.
(más info: http://es.wikipedia.org, por ejemplo)

Según los expertos, lo ideal es combinar estas variables para fijar los precios desde todas perspectivas posibles.


"Todo hombre tiene su precio,
lo que hace falta es saber cuál es. "
Joseph Fouché

Más allá de los freelancers, de los emprendedores y de las empresas, el fijarse "precios" también va dirigido a los buscadores activos de empleo. Tampoco os salváis de esta responsabilidad. Es interesante que si estás en esta situación te plantees cuanto cuesta lo que ofreces. ¿Cuanto vale tu bagaje? ¿Tu experiencia? ¿Tu conocimiento? Estas preguntas te pueden servir de guía para orientarte hacia un puesto laboral u otro que te aporte ciertos beneficios y que te resulte "rentable" ir a trabajar. Muchas veces decimos que sí a sueldos ínfimos "porque es lo que hay y más vale eso que nada". Y más en los últimos años. Es cierto... ¿y cuanto tiempo nos damos para soportar una situación laboral/financiera no deseada? ¿El precio en dinero que la empresa contratante nos paga, compensa de alguna manera otras ventajas como flexibilidad horaria, jornada intensiva o viernes por la tarde libres? ¿Quién pone el precio de los sueldos? ¿Hasta cuando estamos dispuestos a negociar con nosotros mismos y con la empresa que requiere de nuestro talento?
En muchas pruebas, entrevistas y test laborales ponen el factor dinero por el medio para comprobar cuánto y cómo se valora el candidato. Así que resulta importante tener presente esto a la hora de preparase una entrevista. Si te pones un precio muy alto puedes parecer a los ojos del entrevistador un "prepotente" o "fantasioso" (¿Donde vas tú con los tiempos que corren?), y si te da igual o "con lo que sea me conformo" se puede interpretar como que estas desesperado y que no te valoras lo suficiente para poner sobre la mesa tus propios criterios. En cuestión de precio y valoración personal el "me da igual" no suele ser una buena respuesta.
Ponte en serio a hacer números y a contemplar posibilidades desde ahí, busca cifras "reales", estudia a  la competencia, a los sectores a los que va dirigido tu producto, estipula precios que te hagan sentir bien, puedes empezar con precios mucho más accesibles... si tienes poca experiencia o eres nuevo en el mercado y poco a poco a medida que desarrolles y perfecciones tu talento, tu producto y tu servicio, puedes ir incrementándolos.O si ya lo tienes claro... ¿es determinante el precio de tus productos para que los clientes te compren a ti y no a otro? ¿por el mismo precio que tus competidores, se llevan algo más o algo mejor tus clientes?

Pensar y desarrollar la propia política económica resulta realmente interesante para marcar los precios a nuestros productos y servicios. Por ejemplo: hay emprendedores, pymes y pequeños comercios que no han bajado los precios con esto de la "crisis", pero en cambio dan muchas más facilidades de pago, incluso bonificaciones o descuentos, por pagar al contado o en efectivo. Esta estrategia les permite mantener la fidelidad de los clientes sin renunciar a su margen de beneficio y ser recomendables a otros clientes potenciales.

Expertos en desarrollo personal señalan que ponerse un "precio" tiene que ver con la valoración personal, relacionada con la autovalía y la autoestima. También. Tiene que ver con ser conscientes de lo bueno que es lo que ofrecemos, lo que hacemos; saber los beneficios a corto, medio o largo plazo que nuestros clientes obtienen al consumirlo, hacerlo accesible teniendo en cuenta cuál es nuestro público objetivo, y todo esto tiene que ver con el autoconocimiento.

¿Te los has planteado alguna vez? ¿Cuál es tu precio?


viernes, 13 de marzo de 2015

Y TÚ ¿Qué haces?



Hay muchas probabilidades que tengas una idea que te ronde por la cabeza desde hace tiempo. No sé. Un proyecto, un producto, un servicio... algo. Algo que te apasione, que disfrutes haciendo, que fluyas inmerso en tu trabajo mientras lo haces... (No pongas esa cara, ¡eso es posible! y te podría presentar a muchas personas que disfrutan a través de lo que hacen y además viven de ello). 
¿Ya lo tienes...? Bueno... si le pones voluntad, aparecerá... Seguro que está. Mira bien, y date cuenta que te apasionas de verdad cuando piensas en ello ... Que disfrutes haciéndolo y que te apasione es importante. 

Si lo que haces no te mueve lo suficiente 
te faltará impulso para presentarlo al mundo.


"[la pasión] Es el combustible de tu marca personal.
Quien siente pasión por lo que hace, nunca se rinde
pese a los obstáculos que pueda encontrar."
Dan Schawbel
(Yo 2.0)
 

Piensa en algo, que además de apasionarte cubra una necesidad o satisfaga un deseo a alguien... Algo de lo que otras muchas personas se puedan beneficiar... algo que aporte valor... 
(Bueno... ¡eso ya es el no va más! También te podría presentar a las mismas personas que lo están consiguiendo y a otras tantas que lo han conseguido ya.) . 
Posiblemente sea algo que te hubiera gustado hacer hace muchos años y que por miedo, por circunstancias, por prioridades lo dejaste aparcado. ¿Lo recuerdas?
Pues sea lo que sea te invito a que lo retomes, contemples posibilidades de uso y de éxito en el mercado actual, y empieces a pensar de qué manera tendría sentido ponerte a trabajar en ello, y si fuera conveniente, hacer algunos cambios o modificaciones para ser actualizado y contextualizado en la realidad que nos está tocando vivir. 
Cuando lo tengas... identifícalo bien: eso es tu PRODUCTO, lo que ofreces al mundo para cubrir una necesidad o satisfacer un deseo.
Puede ser un producto tangible (se puede percibir de manera concreta a través de los sentidos a priori de ser consumido, ej. libros, perfumes, sillas, etc. ) o intangible (se percibe durante su consumo o a posteriori y a través de una experiencia, ej. todos los servicios en general, diseño gráfico, formación, consultoría, publicidad, viajes, masajes, sanidad, etc.).


"[...]todos tenemos algo que aportar y
siempre existen necesidades que satisfacer."
 Andrés Pérez Ortega 
(Marca Personal para Dummies

Según la wikipedia (http://es.wikipedia.org/wiki/Producto_%28marketing%29) :
Los productos pueden presentar muy diversas combinaciones valiosas para generar demanda, que pueden enfocarse hacia:
  • Bienes o productos físicos: son todos los elementos tangibles.
  • Servicios: son intangibles, son inseparables (se producen y consumen al mismo tiempo), son variables.
  • Personas: se aplica a los profesionales de distintas áreas, por ej: actores.
  • Lugares: como ciudades, países; parques o determinadas áreas geográficas.
  • Instituciones: por ejemplo universidades, fundaciones, empresas (no sus bienes o servicios), etc.
  • Ideas y conceptos: abarca a proyectos de negocios, proyectos sociales, hasta proyectos internos dentro de una organización, también se comunican y venden.
  • Experiencias: por ejemplo: travesía por una selva virgen.                                                              
(Bueno, yo, respecto a aquello de que una persona sea un "producto", discrepo, no lo tengo demasiado claro. Lo que entiendo es que el producto tiene más que ver con lo que HACES que con lo que ERES. Pero hay expertos que conciben el producto como el mismo profesional que lo realiza... Como información adicional, ahí queda.)

Productos hay millones de millones para cubrir millones de millones de necesidades, sin embargo, hay algo que sólo lo puedes ofrecer tú, porque tiene que ver contigo, con tu bagaje, tus conocimientos y habilidades, tu experiencia... puede que el producto "en sí" tenga "competidores", pero TU producto, no. Puedes hacer lo que otros han hecho, puedes ofrecer lo que ya está ofrecido; como poder puedes, pero el riesgo a no diferenciarte es mucho mayor y las probabilidades de éxito mucho más limitadas, y, te recuerdo, que uno de los objetivos de la marca y el marketing personal es saber diferenciarse frente a la "competencia" en un mundo y mercado cada vez más complejo. Sin embargo, si indagas entre tus talentos descubrirás algo único y útil con lo que otras muchas personas podrían beneficiarse, y dónde la competencia, simplemente, no tiene cabida.
Ofrecer algo nuevo, aunque sea más arriesgado,  también tiene sus ventajas: tendrá diferencias que marquen la diferencia respecto a productos ya existentes, será algo pionero, innovador o poco habitual porque será algo único (antes de que aparezcan "copias", porque si tienes éxitos, habrán copiadores)  porque lo has "creado" tú (y ya hemos quedado que tú eres un ser único) y tiene que ver con tu trayectoria, tu historia personal y tu talento. (por si queréis saber más sobre está hermosa palabra y su significado os dejo link de un post de Isabel Iglesias, experta en talento y Trainer en PNL por si os inspira o despierta alguna idea)

Una vez lo hayas descubierto e identificado será la hora elaborarlo, darle una forma, una estructura, un para qué, y ponerlo en valor para presentarlo al mundo. Será el momento de creer más en ti que nunca y pensar en posibilidades para ofrecérselo al público (tu público objetivo, sean empresas empleadoras o personas físicas, los dos pueden ser clientes potenciales que están dispuestos a pagar un precio por lo que tú ofreces).
Ahí es nada.  
Te doy algunas pistas por si te pudieran ser útiles para "darle forma" a tu producto:
  1. Defínelo. Describe en qué consiste. ¿Qué es? ¿Para qué sirve? ¿Qué necesidades cubre? ¿Qué deseos satisface? ¿Qué ganan los consumidores? ¿De qué se benefician al consumirlo? ¿Qué problema soluciona?
  2. Créalo. ¿Cómo es? ¿En qué consiste? ¿Qué forma tiene? ¿Cuál es su contenido? ¿y su continente? ¿Qué habilidades y recursos vas a utilizar para crearlo?
  3. Comunícalo. ¿Cómo vas a transmitir que existe? ¿Cómo vas a comunicar que existes tú? ¿Cuáles son sus ventajas? ¿Cuál será el entorno por donde lo quieras hacer conocer?
  4. Manténlo. ¿Es durable en el tiempo? ¿Se puede mantener, mejorar y pulir adaptándose al paso de las épocas y de las modas? ¿Es sostenible? 

"Cuéntale al mundo lo que vales.
El boca a boca es esencial. 
Enamora a los demás de tus ideas tanto como lo estás tú."
Alberto Conesa


Esto implica conocer muy bien tu producto, tomar conciencia de lo extraordinariamente bien que haces lo que haces (si no es extra-ordinario, no será fácil diferenciarte) y detectar todos los beneficios que puede proporcionar y facilitar a tus "consumidores". Te invito a que lo percibas como un proceso, un proceso de reflexión y creación, un proceso que por ensayo-error te permita efectuar los cambios oportunos para mejorarlo, desde su aspecto físico, hasta su utilidad y todas sus aplicaciones y ventajas.


[...] deberás identificar y combinar tus cualidades,
experiencias, logros, habilidades, conocimientos y aptitudes 
para crear algo relevante [...]
Andrés Pérez Ortega
(Marca Personal para Dummies)  

Una pregunta es ¿QUÉ HACES? y otra ¿CÓMO LO VAS A PRESENTAR?...
Pero eso, es otro post.

Gracias por leerme.


 

jueves, 26 de febrero de 2015

Y TÚ ¿Quién eres?


¿Te lo has preguntado alguna vez? "¿Quién soy?".
No, no es una pregunta habitual que nos hayan enseñado en casa o en el colegio. Nadie nos ha enseñado a preguntarnos cuestiones que nos hagan pensar y elucubrar posibilidades, que nos sean útiles y que construyan puentes en lugar de muros (con nosotros mismos y con los demás). 
Si partes desde ti, desde tus valores, desde tu identidad, desde tu manera de ser y estar en el mundo, todo parece más ameno, más sencillo, más auténtico. Simplemente porque lo eres.
Un excelente desarrollo profesional requiere un profundo y continuo desarrollo personal.

 "Podemos tener más de lo que tenemos 
porque podemos convertirnos en más de lo que somos"
Jim Rohn


Para saber dónde queremos llegar, qué queremos hacer, qué queremos comunicar, cómo lo hacemos, qué queremos ofrecer al mundo, etc, etc… propongo empezar por nosotros mismos, por nuestra propia e intransferible identidad individual.
Las personas que habitualmente “fallan” en su propio marketing personal, son las personas que están lejos de sí mismas… que no se conocen, que no han desarrollado un trabajo personal profundo y sí, porque no, también terapéutico. Son personas que al no cultivar y desarrollar sus talentos, al no ir puliéndose las posibles incongruencias y no ser de manera certera autocríticas consigo mismas, al no mirarse hacia dentro, pierden totalmente el concepto de sí mismas y por tanto quedan lejos del propio sentido de su vida. Son los llamados "hombres grises" de Momo.
Por eso mismo, para no ser clones ni "grises" y marcar la diferencia desde lo mejor de nosotros mismos,  realizar un trabajo personal de autoconocimiento y antodescubrimiento resulta vital para tomar consciencia de que todo lo que hagamos y el proceso estratégico en el que lo llevamos a cabo sea congruente con nuestra manera de ser y estar en el mundo, tenga que ver con nuestros valores y nuestras creencias y esté alineado en nuestra manera de percibir la realidad y de relacionarnos con ella. Si no tienes, todavía, un profundo sentido de tu propia identidad, de quién eres, ponte a ello, de hecho, será lo que marque la diferencia respecto a tus “competidores”.

"No sólo es que la respuesta está en ti,
es que la respuesta eres tú"
Dr. Mario Alonso Puig

En los procesos de selección de personal ya no buscan tanto las capacidades (lo que sabes o no hacer, las habilidades, los estudios...) como los talentos (el potencial que tienes, las habilidades a aprender nuevas habilidades y recursos, tu actitud, tu manera de gestionarte el estrés, la adversidad y los conflictos…) y eso tiene mucho más que ver con lo que eres, que con lo que haces. Y lo que eres tiene mucho más que ver con lo que te has “trabajado” tú que la infinidad de empleos que hayas podido tener. No sé si es una buena noticia para ti, sin embargo ya no es una tendencia, es una realidad. Cuando puedas… a tu ritmo, busca el momento y la oportunidad vendrá, empieza a invertir en ti, eres la única persona de la que no puedes prescindir.

Eres único. 
Piénsalo bien. No hay dos como tú.

 Cuando una identidad (empresarial o personal) está bien trabajada desde el autoconocimiento, el desarrollo y mejora continua,  encontrar la manera de llegar a los demás a través de una estrategia de marketing o a través de una marca (también tu marca personal) es bastante más sencillo, porque, entre otras cosas, aunque hay que seguir trabajando en la mejor versión de uno mismo, los acontecimientos empiezan a suceder, y las oportunidades empiezas a aprovecharlas sin perderte en el camino de tu propósito vital. Cuando trabajamos nuestra identidad, descubrimos nuestra misión (lo que queremos para nosotros y para compartir con los demás), nuestros talentos que nos hacen únicos y nos mantenemos enfocados en que eso que queramos, sea. También nos permite tener claro hacia dónde nos queremos dirigir y nos enfocamos en ello, nos mantenemos abiertos a las oportunidades que se nos van presentando y eso nos permite ir posicionándonos frente a la competencia (u otros candidatos en un ascenso o puesto laboral).

 "No hay tanta competencia en los niveles de excelencia; 
 la competencia la hay en los niveles de mediocridad."
David J. Schwartz


Un sentido de nuestra propia identidad, trabajada y empoderada, nos permite muchas más habilidades para saber qué impronta queremos dejar en los demás y a partir de ahí empezar a crear nuestra propia marca personal y nuestra manera de comunicarla.

Pero eso es otra historia... lo dejo para otro post.
Gracias por leerme.




sábado, 7 de febrero de 2015

La importancia de marcarse objetivos



Cuando en alguna de mis charlas y cursos hablo de la especificación de objetivos y de lo vital que es funcionar por metas y propósitos, algún que otro alumno ha presentado resistencias al respecto alegando que eso está lejos del "dejarse fluir por la vida".
Sin embargo, es precisamente cuando aprendemos a funcionar por objetivos (aunque pueda sonar "frío") cuando empezamos a "fluir" con la vida, porque, por una parte, vamos tomando consciencia de nuestros recursos y eso nos hace sentir que podemos alcanzar nuestras metas, y por otra, aprendemos a pensar en posibilidades y eso nos hace sentir que hay muchas opciones, maneras y oportunidades para conseguirlas.
Si no nos marcásemos objetivos... ¿para qué un plan? ¿para qué pasar a la acción? ¿para qué pensar creativa y estratégicamente? ¿para qué marketing personal?

"La búsqueda de un objetivo trae orden a la consciencia porque una persona debe concentrar su atención en la tarea que está llevando a cabo y olvidarse momentáneamente de todo lo demás."
Mihaly Csikszentmihalyi 
(precisamente en su libro Fluir expone así las experiencias del flujo)

Según lo que queramos conseguir usaremos unas estrategias u otras, desarrollaremos unas habilidades u otras, nos comportaremos de una manera u otra, usaremos un tipo de palabras y tono de voz determinados y desarrollaremos unas estrategias de comunicación específicas.
En comunicación como en el arte, no todo vale... o todo vale según el resultado que queramos conseguir (teniendo en cuenta las consecuencias y pensando sistémicamente, como ya hemos hablado.)

LOS OBJETIVOS
A menudo, eso de marcarse objetivos no es tan complicado; sin embargo, donde muchas personas encuentran sus propias resistencias y echan marcha atrás, es ante la responsabilidad y el compromiso que supone ponerse manos a la obra y pasar a la acción para conseguirlos.
Resulta relativamente fácil (o no tanto para algunos) decir "Yo quiero esto", lo que no resulta tan sencillo es estar dispuesto a pagar el precio oportuno para conseguirlo, como puede ser practicar la paciencia con nosotros mismos e ir preparándonos, mantener la motivación óptima para seguir con nuestro plan, saber fortalecernos ante la adversidad, la inversión de energía, atención y tiempo, etc.

Emprender hacia nuestro objetivo es como navegar hacia nuestra tierra prometida, nunca sabemos qué ocurrirá durante la travesía.
El plan de acción, es lo que nos marca la ruta para no perdernos en la inmensidad del océano.

No, según mi experiencia, muchos decaen en este punto. La palabra "compromiso" les aterra y se siente atados y condicionados, aún incluso, cuando conectan con sus propios recursos y se visualizan consiguiendo lo que quieren.Se atemorizan. Posiblemente una mala experiencia del pasado nos llevó a un resultado no deseado y eso dejó impronta en nuestra vida, haciéndonos creer que nunca más conseguiríamos lo que nos propusiéramos. Otros, no obstante, les cambia la cara, se les relajan los músculos y sonríen al conectar con su propio empoderamiento, ideando el principio de un plan de inmediato. Sí, marcarse objetivos y emprender para alcanzarlos, empodera, nos hace pensar que podemos y nos abre la perspectiva de creer en nosotros mismos y en nuestro potencial.

En PNL trabajamos cómo podemos cambiar el recuerdo de la impronta que dejó en nosotros una experiencia de "fracaso" en la intentona de alcanzar algún propósito; practicamos la habilidad de elicitar estados de recursos que nos haga sentir poderosos y merecedores de alcanzar cualquier meta que no propongamos. Ya no es sólo, los recursos de los que disponemos hoy (materiales, económicos, físicos, emocionales, intelectuales, creativos, humanos, etc), es que también tenemos el gran recurso de aprender nuevos recursos para alcanzar nuestro objetivo e, incluso, ir más allá.

Como me dijo alguien una vez, todo está en tomar consciencia. En tomar consciencia de lo que queremos en nuestras vidas, en tomar consciencia de nuestros recursos, en tomar consciencia del entorno dónde los queremos desarrollar, en tomar consciencia del momento (si es oportuno o no), de darnos cuenta con qué personas podemos contar y con quienes no... Si no tomamos consciencia de nuestros puntos a mejorar no podemos cambiarlos para enriquecer nuestra vida y crear relaciones más armoniosas, con nosotros mismos y con los demás. Al fin y al cabo, la esencia del marketing personal es llevarse bien con uno mismo para llevarse bien con los demás y crear red de cooperación y colaboración, cuando más amplia mejor. Solamente que durante el proceso, vamos tomando consciencia, con quienes queremos conseguir nuestro propósitos y con quienes no, porque siempre habrá saboteadores que pretendan boicotear nuestros sueños. Ni caso.

"Si tú no trabajas por tus sueños alguien te contratará para que trabajes por los suyos"
Steve Jobs


La vida no son sólo objetivos, pero sin objetivos no podemos vivir. Latirá nuestro corazón, pero nos sentiríamos vacíos. Sin objetivos quedamos como veleta al viento sirviendo a las expectativas de los demás. 

DISEÑAR LOS PLANES
Cuando planificamos una serie de acciones para conseguir un propósito es importante adaptar el plan y la estrategia a la realidad cambiante que nos está tocando vivir, convirtiendo el plan en una gran ventaja competitiva por sí mismo. Por eso debemos diseñar un plan flexible que se adecue a los posibles imprevistos y adversidades, mucho mejor que un plan estricto y rígido que nos evite fluir con los acontecimientos, puede producir estrés innecesario, agotamiento moral y falta de motivación; eso no es útil y tampoco es ecológico si nos vamos dejando la salud por el camino.

Los planes pueden ser para corto, medio y largo plazo, y en cualquiera de los casos llevarlos a cabo supone siempre, en sí mismo, todo un proceso de aprendizaje, experiencia y creación de nuevos recursos.

Lo que en PNL llamamos LA FÓRMULA DEL ÉXITO, es un eficaz planteamiento para motivarnos a pensar en "objetivos", "plan" y "recursos":

Se le llama así porque siempre funciona. 
Nos planteamos un objetivo cuando deseamos cambiar de un estado presente a un estado deseado. En PNL (al menos así lo aprendí yo) hablamos de un estado "presente" cuando nos referimos a un estado (emocional, social, financiero, de pareja...) poco satisfactorio que nos invita a salir de nuestra zona de confort y ponernos en marcha hacia un estado futuro dónde nos sintamos más realizados, felices, satisfechos, etc. Para ello disponemos de los ya mentados recursos y los ponemos a trabajar a nuestro favor, poniendo en marcha todo un mecanismo POPS (Probar. Operar. Probar. Salir), en el que el aprendizaje por ensayo/error nos da información útil de si vamos bien, acercándonos hacia dónde queremos, o si nos conviene retomar los recursos, usarlos de diferente manera o crear unos nuevos. 
Es importante tomar consciencia de dónde partimos para diseñar un plan lo más oportuno, ajustado y conveniente posible y dirigirnos hacia dónde queremos estar. Si quiero ir a París no me planificaré el viaje de la misma manera si estoy en Toulouse que si estoy en China; los recursos, los tiempos, el coste económico, los medios de transporte que use serán diferentes, porque la estrategia para llegar allí así lo requiere.
A la hora de diseñar nuestro propio Plan de Marketing Personal es importante tomar consciencia que, como decimos en PNL "no hay fracasos, sólo hay resultados" e información útil de la que podemos aprender para mejorar y seguir probando nuevas estrategias. Entonces la puesta en práctica del plan se convierte en un camino dónde vamos alcanzando pequeñas metas que nos indican que nos vamos acercando a nuestro gran propósito; esto supone una fuente de automotivación constante para seguir la aventura y no decaer en el intento.

"Lo importante no es llegar a la cima, sino seguir subiendo"
Walt Disney

Si todo esto lo aplicamos a la misma aventura de vivir, el propio plan de marketing personal se puede convertir en el propio plan de vida para llegar a ser la persona que queramos ser.

Y llegados a este punto... ¿Cuál es tu objetivo? ¿Qué quieres para ti y para la gente que te rodea? ¿Qué vas a hacer? ¿Cómo lo vas a hacer? ¿Cuál será tu siguiente paso?

Un buen comienzo es empezar a sentir lo que realmente quieres.

¡Gracias por leerme!