En términos del marketing tradicional, es la "venta" directa de toda la vida.
Sólo
que hoy en día, más que "venta" como tal, es saber mostrarse y
exponerse ante un público cada vez más exigente y mejor informado, más
ávido de conocimiento y experiencias para su propias inquietudes
personales o profesionales. Un público, en general, que sabe más.
El marketing personal
no tiene sentido sin ese saber "presentarse"... y para ello es
importante saber qué queremos decir, cómo lo queremos decir y con qué
finalidad o propósito lo queremos decir.
Pienso
que desarrollar habilidades de hablar en público debería ser una parte
de cualquier plan personal estratégico de actuación en nuestra vida
profesional. Una parte importante en el propio desarrollo del marketing y
la comunicación personal.
No
es sencillo cuando somos esclavos de una mente mal entrenada, cuando
nos hemos creído las opiniones de los demás que nos limitan y nos
desvalorizan como seres humanos, cuando nos hemos creado todo un sistema
de creencias
que nos cuestionan como seres creativos, valiosos y con mucho que
mostrar y decir al mundo. Pero una vez superado, sanado y "limpiado"
toda esta morralla que interfiere en nuestro potencial, es cuando
empezamos a creer que todo es posible. Entonces nuestra voz se vuelve importante,
nuestra presencia es importante y lo que queramos aportar es
importante. No sólo porque lo queramos creer, sino porque hay personas
que así nos lo hacen saber explícitamente, porque nos buscan, nos
aportan feedback constructivo y esperan volvernos a ver y
escuchar. Piensa una cosa: siempre habrá alguien a quién le interese y
le motive lo que tienes que decir. Todo un reto y una responsabilidad.
;)
"El orador es aquel que dice lo que piensa y siente lo que dice."
William J. Bryan
La
semana pasada impartí una charla- coloquio en una conocida librería de
Valencia. No, no iba a vender ni presentar ningún libro, iba a vender
un curso... y para muestras un botón. La temática era cómo aprender a
hablar en público puede ser una oportunidad para el propio auto
conocimiento (imprescindible en el desarrollo consciente de nuestra
marca personal) y cómo tomando consciencia de nuestros puntos fuertes y
nuestras limitaciones podemos reconducirnos y educarnos para hacer
buenas y grandes presentaciones en público. Todos tenemos grandes cosas que contar, exponer y compartir. Todos.
"Ganarse el derecho a hablar es algo que todo el mundo debería tener como objetivo."
Pury Brocos
[Frase poderosa donde las haya que me escribió por el messenger una asistente a dicha charla. ¡Gracias Pury!]
Volvamos.
Cuando
vemos a alguien en acción hablando con soltura, de cosas "importantes" e
"interesantes", con sentido del humor y que sabe "conectar" con el
público nos pensamos que esa persona ya nació con ese "don"... que lo ha
tenido "fácil"... y que es algo "innato". Me suelo cabrear con estas
suposiciones que salen de la más absoluta imaginación por parte del
espectador o asistente, y que vivo como un "no valor" al esfuerzo, al trabajo personal implícito, al bagaje y a la disciplina que requieren la habilidad de saber ser, estar y comunicar en público.
Siempre hay un trabajo detrás, horas y horas de entrenamiento,
prácticas y prácticas en diferentes escenarios, contextos, públicos y
temas a exponer, retos y más adversidades que superar... hay todo un
universo de voluntad de querer hacerlo y cada vez mejor. Pero eso no se
ve... y como no se ve, no se suele valorar.
"Si no sabes cómo explicarlo es que no lo sabes"
Facundo Tomás
Para
saber hablar en público es imprescindible conocer el tema, hacerlo
tuyo, usar tus propias palabras, unir tu experiencia a él, y que forme
parte de tu idiosincrasia personal. Soltar "rastre" y simplemente ser tú. No se trata de darlo todo. Se trata de dar lo mejor. ¿Y
cómo dar lo mejor de ti si no te conoces a ti mismo, si no sabes de tu
potencial ni has entrenado tu talento? No se puede ofrecer lo que no se
conoce. Cuando aprendemos a hablar en público siempre descubrimos algo nuevo de nosotros, quedan expuestos nuestras "virtudes" y nuestros "defectos", y aprendemos a auto observarnos. Una poderosa habilidad.
Es importante la preparación.
Tener claro qué pretendes conseguir con tu ponencia: ¿Hacerte conocer?
¿Despertar interés por lo que haces u ofreces? ¿Inspirar? ¿Motivar? o
¿simplemente transmitir conocimientos? Tener claro el objetivo te
orientará a usar unas estrategias u otras. No es lo mismo conseguir
motivar... que sólo querer transmitir información. Cada objetivo
requiere de una energía y una estrategia diferente. Para motivar,
tendrás que, como aprendí en PNL, ser el mensaje...y estar
motivado tú. Para transmitir información, con un tono de voz aburrido y
monótono y un Power Point detrás tendrás suficiente... ahora... ¿qué
impronta emocional dejarás en los asistentes? ¿Cual será tu huella o tu
marca en aquellos que han venido a verte?
Cuando
hagas una presentación en público, la exposición de un proyecto o
coordines la reunión de un equipo empieza por preguntarte cómo quieres
que te recuerden y qué quieres conseguir.
A partir de ahí... el cielo es el límite.
Gracias por leerme.
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