lunes, 18 de junio de 2018

Cómo generar un NO-Problema






Etimológicamente problema significa asunto que se tiene que solucionar. A veces emergen circunstancias que dificultan u obstaculizan nuestro camino (se puede torcer  un día, o complicar un proyecto); ahora, que eso se convierta en un problema es asunto nuestro. Pienso que los problemas, más allá de los entresijos,"enigmas" y "misterios" que presentan algunas de las ciencias, como las matemáticas o la física, no existen como tal, los generamos nosotros. Los seres humanos somos seres complejos por naturaleza, y como tal tenemos una habilidad especial para generarnos problemas. 

Un término más ajustado para definir este tipo de "contratiempos" sería las dificultades (cualidad de requerir mucho esfuerzo para lograrlo): procesos que se complican y cuestan más tiempo, dedicación, energía o dinero en solucionar o resolver. "Complicado" significa hacer más difícil, las cosas se complican cuando emergen aspectos y elementos a tener en cuenta e implican la participación y colaboración de muchos elementos y, a menudo, otros subprocesos que a su vez están condicionados por otros elementos. A veces las circunstancias se complican, pero que eso lo vivamos como un problema, tiene más que ver con nuestra actitud ante lo que acontece, que en lo acontecido en sí mismo. En ocasiones, las cosas suceden de manera sencilla y amena, los acontecimientos se despliegan fácilmente y sin obstáculos o resistencias; y en otras, las cosas se complican, surgen dificultades,  trabas, intransigencias que nos sacan de nuestra zona de comodidad y de lo previsible, entonces sentimos que «perdemos el control» sobre eso y empezamos a generar problemas hacia dentro nuestro y hacia nuestro entorno.

Esto es también bastante habitual en las relaciones interpersonales en las empresas, donde la eficaz interactuación entre diferentes roles y rangos, departamentos y equipos, es imprescindible para la buen funcionamiento de una organización, de cumplir con los objetivos y contribuir al éxito. En Liderando retos (Gestión 2000) Empar Callejas y yo, exponemos y analizamos diferentes casos en los que, por diversas causas (mala gestión, comunicación ineficaz, falta de liderazgo, objetivos mal planteados, etc) se han generado una serie de conflictos interpersonales que se han convertido en auténticos obstáculos para el desarrollo del trabajo individual y colectivo y la eficaz  consecución de objetivos. Saber prevenirlos, afrontarlos o resolverlos, puede ser clave, para el beneficio de todos. Para ello proponemos una serie de estrategias y dinámicas que se pueden realizar tanto individualmente, como por parejas o con los miembros de un equipo. 

Las empresas estan formadas por personas, y el logro de una empresa o el éxito de una organización se debe en gran parte al sentimiento de logro, de éxito y de contribución de cada uno de los miembros que la forman. Cuando dentro de nuestra organización priman la queja y la resignación, la culpa y el beneficio individual por delante del beneficio colectivo, se está generando un problema; cuando en lugar de facilitar la convivencia y el trabajo en equipo, lo complicamos añadiendo cargas emocionales innecesarias o luchas de poder, estamos generando un problema; cuando nos desentendemos de atenciones y responsabilidades que nos competen; estamos generando un problema. Dentro de un sistema (como es una empresa, asociación o organización) esto puede desencadenar situaciones no deseadas, y que contribuyamos a que el asunto se agrave si no tomamos consciencia y hacemos algo para evitar conflictos más graves o de mayor repercusión. 

Generamos problemas cuando no tomamos decisiones, y nos dejamos llevar por la inercia de lo cotidiano; cuando no estamos alineados con  nuestros valores, cuando lo que decimos no se corresponde con lo que hacemos,  cuando generamos desconfianza... Generamos problemas cuando complicamos la labor y las tareas de los demás cuando no nos hacernos responsables de las nuestras, cuando perdemos la visión sistémica y velamos solamente por nuestro propio beneficio viviendo de «renta emocional» y a crédito de favores; cuando abusamos de la confianza y de la amistad, del buen rollo o de la actitud generosa o bienintencionada de otros; cuando nos predisponemos a recibir, sin estar dispuestos a dar, ni siquiera a negociar. Generamos problemas cuando vemos las carencias y los “vacíos” en lugar de contemplar los recursos y los “llenos”, cuando nos enfocamos en las sombras sin percibir las luces, cuando nos dejamos llevar por los dramas sin pensar creativamente en soluciones. Vivimos la realidad como drama cuando nos movemos por los defectos, incapacidades y limitaciones de nosotros mismos y de los demás en lugar de orientarnos hacia los efectos, capacidades y potencialidades, nuestras y del mundo. Si somos capaces de crear problemas, somos capaces de generar no-problemas.

Y esto es posible en las diferentes áreas de nuestra vida. Incluso en el entorno laboral y profesional.

A menudo los conflictos no se generan por mala fe o intención, a menudo son derivados de falta de comunicación transparente y honesta; falta de información o verificación de la misma, o de confrontar diferentes puntos de vista. O de todo un cúmulo de situaciones y acontecimientos desafortunados que nos llevan a la confusión y a desconfiar de las personas o equipos implicados.
 
No se trata de evitar los conflictos, si no de aprender a «ir más allá». Generar un no-problema tiene que ver en concebir las situaciones (y movernos en ellas) de manera global, holística y sistémicamente. Generamos un no-problema cuando nos regimos por valores elevados como la concordia, el respeto, el reconocimiento, la responsabilidad, la aceptación de otras maneras de percibir, pensar, sentir y hacer.  Cuando estamos enfocados más en unir que en separar, más en establecer semejanzas que señalar las diferencias, cuando acompasamos los acontecimientos sin resistencias y asumiéndolos como parte de un proceso permitiéndonos fluir y aprender de manera natural, y esto nos permite ser más eficaces y resolutivos a la hora de gestionarnos frente a los acontecimientos. Generamos un no-problema cuando mantenemos nuestro ego a raya. 



“La solución a los problemas que ves en tu vida, es vivir de tal forma que desaparezca lo problemático.” 
Ludwing Wittgenstein 

Si ponemos especial atención y nos ocupamos de generar no-problemas estaremos enfocando nuestra energía en generar más oportunidades de éxito y logros deseados, que desavenencias y conflictos.



¿Cómo generas tú un no-problema?

Gracias por leerme.